martes, 8 de mayo de 2012

Desde el infierno de Ulises al cielo de Pablo.
Crítica especializada en Revista Humanitas N°66 (Abril-Junio 2012)






Desde el Infierno de Ulises al Cielo de Pablo
Pablo de Torreones
Editorial Nueva Patris
Santiago de Chile 2011
423 pgs.
Disponible en Antartica online y todas las Librerías Antártica de Chile

            Esta presentación de una experiencia personal que sufrió un padre de familia y empresario de nuestra época con el demonio y su consiguiente liberación, ostenta varios méritos, de los cuales el primero es abordar  con provecho un tema desgraciadamente marginal en nuestra literatura pastoral, ya que persiste el prejuicio de que se trata de asuntos “raros” de los cuales se puede prescindir . El segundo mérito es que el relato evita la tonalidad “espeluznante” o “escalofriante” que se espera o se busca en tal género literario. Añádase como tercera ventaja el que el autor y testigo de esta  caminata por infierno y cielo la complementa con varios apéndices o anexos que enfocan  esta nueva “Divina Comedia” desde varios ángulos científicos o sapienciales. Para percibir adecuada y útilmente dichos méritos de Pablo de Torreones podemos contrastar su escrito (del 2001, editorial Nueva Patris) con una publicación apenas un año anterior (2010), armada por el editor Patricio Jara en la misma ciudad de Santiago de Chile, en base al caso de una “endemoniada de Santiago” de nombre Carmen Marín, y ocurrido en 1857. El fundamento de ambos relatos es el mismo: la comprobación de una presencia y acción satánicas. En el caso de 1857 los documentos que lo avalan son tres: notas periodísticas del diario “El Ferrocarril”, varios informes médicos y lo más decisivo: una relación del presbítero José Raimundo Zisternas al arzobispo Mons.Rafael Valentín Valdivieso, sobre  el exorcismo practicado por él sobre la joven Carmen Marín.
            El editor de “La endemoniada de Santiago” recurre al subtítulo “La crónica más espeluznante de la historia de Chile, que se escribió hace 150 años”, para revelar de este modo su intención esencial: proporcionar una inyección de adrenalina a los aficionados a libros o películas de terror. En otras palabras: se trata de un “entretenimiento”. El tema en sí, la problemática de fondo, no interesa. Lo sucedido en el invierno de 1857 en torno a la joven Carmen Marín, no suscita en el editor ningún eco vital.
            En contraste, en la obra de Pablo de Torreones no se da –al menos no en el relato de su conversión personal - ningún exorcismo. No hay llamadas a “efectos especiales”. En vez de ello nos presenta el relato sereno de una conversión, del tipo de la del apóstol Pablo en el camino a Damasco. Las informaciones “inquietantes” se encuentran en los anexos y no constituyen la intención central del autor. Esta es más bien la siguiente: 1° Recordar a una cristiandad remisa la existencia del demonio. 2° Conocer mejor sus tácticas usadas contra nosotros, 3° Denunciarlas y contrarrestarlas sin temor ni fatiga, ya que la última palabra siempre la tiene Cristo. Dicho de otra manera:  A) Renovar y hacer muy nuestra la advertencia de que nuestra vida es un inevitable y permanente combate espiritual, hecha por el apóstol Pablo en Ef 6,12: “Nuestra lucha no es contra la carne y la sangre” y B) Tomar en serio las armas de defensa enumeradas por el mismo apóstol a partir de Ef 6,13: “Tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día funesto”.En vez de “pasatiempo” el tema de la presencia y acción satánicas son dadas a conocer como el problema de vida o muerte de nuestra salvación. El que  por experiencia propia – como lo hace nuestro autor -  alcanza la convicción de que el tema es vinculante, sabe a qué atenerse y por consiguiente vive con más celo y ardor. En cambio, el mero “descuido” del tema, desemboca en tibieza y frustración.
            Después de una primera y segunda parte, abocadas al relato de las historias respectivas de Ulises (el hombre viejo) y Pablo (el hombre nuevo), el autor ofrece una especie de comentario de la verdadera vida cristiana, que es la vida espiritual, en una tercera y cuarta partes, sorprendentemente frescas y originales si se considera que no fluyen de una pluma especializada en el tema, sino de la mente práctica de un empresario.
            Finalmente el quinto anexo da a conocer testimonios de tipo “pesado”, relacionados sin duda con el tema central del libro y necesarios para su mejor comprensión.
Mauro Matthei OSB


Visualización de fuentes:
                                                                                 









lunes, 7 de mayo de 2012

Desde el infierno de Ulises al cielo de Pablo

"Desde el infierno de Ulises al cielo de Pablo". Extractos del libro seleccionados por el autor.



“…Mi historia es particular y recomiendo al lector detenerse en ella para com­prender que el diablo existe, porque precisamente valiéndose de su ignorancia o incredulidad, lo puede atrapar.”
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“Satanás tiene una inteligencia destacada, que se expresa en for­ma sutil; una capacidad suprema de disimulo, una habilidad pa­ra introducirse por todas partes –también en miembros y líde­res de la Iglesia– pudiendo incluso hacer creer que no existe. Baudelaire decía: La astucia más fina del Demonio es la de no hacerse creer existente. Efectivamente, uno no se defiende de un enemigo que no existe, y así el demonio trabaja libremente. Para servir a Dios hay que creer en Él, sin embargo, no es nece­sario creer en el demonio para ser su vasallo. Más aún, al ignorarlo, es cuando mejor se le sirve.
Su primera y mayor argucia consiste en lograr que pongamos en duda o neguemos su existencia. El Papa Juan Pablo II decía: No hay que tener miedo de llamar por su nombre al primer ar­tífice del mal: el maligno. La táctica, que usaba y usa, consiste en no revelarse, para que el mal, que él ha introducido desde el principio, sea desarrollado por el hombre mismo, por los siste­mas y las relaciones interhumanas, entre las clases y entre las naciones… … para convertirse también cada vez más en un pe­cado “estructural”, y no dejarse identificar como pecado “per­sonal”. Para que el hombre, por tanto, se sienta en cierto sen­tido “liberado” del pecado y, al mismo tiempo permanezca ca­da vez más en él.


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"Existe una especie de conspira­ción del silencio sobre los demonios. Incluso dentro de los cris­tianos y de la Iglesia Católica, hay muchos que niegan su exis­tencia."


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“¿Quiénes son los demonios?
Al hablar de los demonios nos encontramos hoy con ideas dis­torsionadas producto de una exagerada fantasía, mitos, temores exagerados, miedos irracionales; entremezcladas con la verdad acerca de Satanás y sus huestes del infierno.”

“Los demonios son astutos, malvados y seres personales concre­tos. Cada demonio tiene un nombre. …odian al hombre y buscan su ruina material y espiritual”

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“Satanás tiene víctimas preferidas para sus ataques.
…como gobernantes, políticos, empresarios y líderes de opi­nión.
…las personas que son due­ños o trabajan en medios de comunicación. Con todos ellos, el Diablo puede influir en otros hombres, incluso a través de ellos sobre naciones enteras…”
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“En la tercera parte de este libro hay un capítulo titulado ¿Cuáles son los medios de defensa ante el demonio?, que puede ayudar al lector para su defensa y para ganar la batalla. En este combate entre el bien y el mal, pierde el ignorante y el que quie­re.”